El año pasado en el mes de agosto me tocó andar en una cobertura fotográfica en la comunidad de El Desemboque, uno de los dos asentamientos que existen de la etnia Comcaac en Sonora, que se encuentra frente al Mar de Cortés. Viajé por la carretera Hermosillo – Puerto Libertad, donde puedes ver en el camino muchos campos agricolas, unos productivos y otros abandonados desde hace tiempo, son como 370 km desde la ciudad de Hermosillo.
Casi llegando a Puerto Libertad tomas un camino de terraceria de 20 kilómetros, que se convierte en casi una hora de hermosos paisajes inhóspitos, bosques de sahuaros y cactaseas abundantes del desiérto de Sonora. En el trayecto es poco probable que encuentres personas transitando por esos caminos y es algo que tiene mucho que ver con los problemas de inseguridad de la región que ademas es ruta del narco. La recomendación es no viajar de noche por esas carreteras y mucho menos por caminos de terraceria.
Los Seris, como se les llama comúnmente a los comcaac, la han tenido difícil durante el 2020 y lo que va de este año por la pandemia, que afectó la salud de su gente. Su actividad económica principal es la pesca y la elaboracion de artesanías. Sus ventas cayeron drásticamente.
Otro de los problemas que sufre la comunidad es la falta de agua y el difícil acceso a los servicios de salud. Cuentan con un centro de salud en malas condiciones, sin médico, únicamente atendido por un par de jóvenes de la comunidad que habían sido capacitados para atender a pacientes con Covid y que además de usar medicina convencional, usan plantas medicinales comcaac como el huaco, gobernadora, xomcahiift, que comentan ha sido de gran ayuda para los contagios que se presentaron.
Sin duda los asentamientos seris tanto Punta Chueca, como en El Desemboque, han sido comunidades abandonadas por los gobiernos estatales durante décadas, esperemos que durante el gobierno entrante exista más acercamiento y volteen a ver los problemas de la nación comcaac.